Encripte la máquina virtual y restrínjala para controlar el uso de dicha máquina y el acceso a sus contenidos.

Cuando se encripta una máquina virtual, puede establecer una contraseña necesaria para abrir la máquina virtual. Podrá quitar la encriptación o cambiar la contraseña en cualquier momento.
Nota: Las máquinas virtuales que superan los 50 GB pueden generar un aviso de espacio en disco reducido.

Si dispone de Fusion Pro, también puede activar restricciones para evitar que los usuarios modifiquen la máquina virtual. Al activar restricciones, los usuarios no pueden eliminar los dispositivos virtuales, cambiar la asignación de la memoria, modificar los dispositivos extraíbles, ni cambiar la compatibilidad del hardware virtual.

De forma opcional, puede obligar a los usuarios a cambiar la contraseña de encriptación si mueven o copian la máquina virtual. Por ejemplo, un profesor podría facilitar una copia de la máquina virtual a todos los estudiantes de la clase y establecer esta restricción para que todos los estudiantes deban crear su propia contraseña de encriptación.

Asimismo puede hacer que la máquina virtual caduque en una fecha y hora predefinidas. Cuando la máquina virtual caduca, el usuario no puede obtener acceso a la máquina virtual. Si elimina la restricción o define otra fecha y otra hora, puede ampliar el plazo de caducidad de una máquina virtual.

Al activar las restricciones, se establece una contraseña de restricciones. Tras activar las restricciones no podrá introducir cambios ni en la configuración de la máquina virtual ni en las políticas de restricciones a no ser que antes desactive las restricciones. Para desactivar las restricciones, debe introducir la contraseña de restricciones.

La función de restricciones solo está disponible si dispone de Fusion Pro.