Una vez que conozca los síntomas del problema y cuáles son los componentes de software o hardware que probablemente están más involucrados, puede probar soluciones de forma sistemática hasta que se resuelva el problema.
Con la información que ha obtenido sobre los síntomas y los componentes afectados, puede diseñar pruebas para localizar y resolver el problema. Estos consejos podrían aumentar la eficacia de este proceso.
- Generar ideas para todas las soluciones posibles que pueda.
- Comprobar que cada solución determina inequívocamente si se ha solucionado el problema o no. Probar cada posible solución pero avanzar sin demora si la solución no resuelve el problema.
- Desarrollar y buscar una jerarquía de posibles soluciones basándose en probabilidades. Eliminar sistemáticamente cada posible problema, desde el más probable hasta el menos probable, hasta que los síntomas desaparezcan.
- Cuando se prueban posibles soluciones, cambiar solo una cosa a la vez. Si su instalación funciona una vez que se hayan cambiado muchas cosas a la vez, es posible que no pueda distinguir cuál de ellas fue la que obtuvo el resultado correcto.
- Si los cambios realizados para buscar una solución no ayudan a resolver el problema, devolver la implementación a su estado anterior. Si no vuelve la implementación a su estado anterior, podrían generarse nuevos errores.
- Buscar una implementación similar que esté funcionando y probarla en paralelo con la implementación que no funciona correctamente. Haga cambios en los dos sistemas al mismo tiempo hasta que entre ellos solo haya unas diferencias o solo una.